El origen del movimiento y estilo Kinfolk se remonta a principios de la década de 2010, cuando Nathan Williams fundó la revista homónima en Portland, Oregón, Estados Unidos. La revista Kinfolk se convirtió rápidamente en un referente en el ámbito de la cultura, el diseño, la gastronomía y el estilo de vida.
Nathan Williams, junto con su esposa Katie Searle-Williams, crearon Kinfolk con la intención de explorar y celebrar las conexiones humanas, la sencillez y la belleza de la vida cotidiana. Inspirados por el deseo de contrarrestar la saturación digital y el ritmo frenético de la vida moderna, decidieron ofrecer un espacio donde se promovieran valores como la comunidad, la autenticidad y la conexión con la naturaleza.
La revista Kinfolk rápidamente capturó la atención de una audiencia global, que resonaba con su mensaje de desaceleración, simplicidad y aprecio por los pequeños placeres de la vida. A medida que el movimiento Kinfolk ganaba seguidores en todo el mundo, se convirtió en una influencia significativa en el diseño de interiores, la moda, la gastronomía y el estilo de vida consciente.
Desde entonces, el término "Kinfolk" se ha extendido más allá de la revista y ha llegado a representar un estilo de vida caracterizado por la serenidad, la sencillez y la conexión humana. Este movimiento ha inspirado a una amplia comunidad de personas a buscar una vida más equilibrada, consciente y auténtica, en armonía con los valores que promueve esta filosofía.
En el ámbito de la moda se distingue por su enfoque en la simplicidad y la funcionalidad. Las prendas suelen ser minimalistas, con cortes limpios y líneas sencillas que destacan la belleza natural de los materiales y la figura humana. Se privilegian telas suaves y cómodas, que permitan libertad de movimiento y que, al mismo tiempo, reflejen una preocupación por la calidad y la durabilidad. En lugar de seguir las tendencias pasajeras, el estilo Kinfolk apuesta por piezas atemporales y versátiles que puedan acompañar al individuo a lo largo del tiempo.
En cuanto a la decoración, el estilo Kinfolk se caracteriza por la búsqueda de la armonía y la serenidad en el hogar. Se busca crear espacios acogedores y funcionales, donde cada elemento tenga un propósito y contribuya a generar un ambiente de paz y tranquilidad. La naturaleza juega un papel central en este proceso, ya que se incorporan elementos como la madera, la piedra y las plantas para traer un pedacito del exterior al interior. La iluminación suave y natural es otro elemento clave, que ayuda a crear una atmósfera cálida y relajante en el hogar.
En Värma, nos sentimos inspirados por el estilo de vida que promueve Kinfolk, es por eso que hemos seleccionado cuidadosamente una variedad de productos que te ayudarán a acercar este estilo a tus espacios. Además, hemos reunido una cuidada selección de libros Kinfolk que abordan diferentes aspectos de la vida, desde la decoración y la cocina hasta la organización de eventos y el bienestar personal.
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